Descripción
La política de la UE en los últimos años trata de potenciar la utilización de los biocarburantes con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto ambiental de los transportes, y buscar soluciones alternativas al problema del abastecimiento por el posible agotamiento de los combustibles fósiles. Entre los biocarburantes de sustitución de los carburantes fósiles el bioetanol es el que hasta ahora ha tenido un mayor desarrollo a nivel mundial. Este alcohol puede utilizarse como combustible alternativo (ya se está añadiendo en la UE a las gasolinas en forma de ETBE y también directamente, siempre que su contenido no supere el 5%). El plan de Energía Renovables aprobado en nuestro país y en la UE recientemente, contempla incrementar la producción de bioetanol y también, paulatinamente, su contenido en las gasolinas entre los años 2000-2010. El incremento de la utilización de los biocarburantes en el sector de transporte presenta grandes ventajas medioambientales, porque contribuirá a la reducción de emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero en la atmósfera, y energéticas porque constituye una fuente de energía renovable y limpia.

El almidón de las semillas de cereales, junto con la sacarosa de la caña de azúcar o la remolacha, constituyen la fuente más accesible de azúcares fermentables para la obtención de bioetanol. El proceso de producción de bioetanol consta generalmente de distintas etapas enzimáticas, en las que intervienen diferentes enzimas (celulasas, glucanasas, amilasas) que hidrolizan los azúcares de estos materiales para que en una etapa posterior levaduras, generalmente Sacharomyces cerevisiae, los transforme en etanol. El diseño del proceso depende de las características y composición de la materia prima, generalmente granos de cebada o trigo en nuestro país, y también de la composición de los cócteles enzimáticos que se utilizan. Estos complejos enzimáticos contienen una mezcla de diferentes enzimas y su caracterización y optimización es esencial para aumentar el rendimiento del proceso y disminuir costes innecesarios. Por otra parte, incluso con el incremento actual del precio del crudo, la obtención industrial de etanol a partir del almidón se ve condicionada por el precio del grano. Existen carbohidratos de origen vegetal presentes en materiales de muy bajo coste (en ocasiones considerados como residuos) que constituyen una interesante alternativa o complemento para la producción de bioetanol.

El objetivo general de los proyectos del CIB es maximizar el rendimiento global del proceso de producción de bioetanol mediante un mayor aprovechamiento de los azúcares presentes en la materia prima: granos y residuos de cereales. Los objetivos espcíficos de estod proyectos son: i) Estudiar diferentes complejos enzimáticos comerciales que se utilizan para la producción de bioetanol, ii) optimizar la dosis de enzimas utilizadas en la producción de bioetanol, iii) caracterizar las materias primas utilizadas y sus subproductos agrícolas, y iv) estudiar el pretratamiento fúngico del material lignocelulósico como alternativa a los métodos fisico-químicos que actualmente se utilizan para pretratar el material antes de la hidrólisis enzimática, v) estudiar el efecto de oxidorreductasas (lacasas y/o peroxidasas) que degradan la lignina, como un paso previo a la hidrólisis de los carbohidratos en materila lignocelulósico y vi) buscar nuevos hongos productores de celulasas y/o xilanasas que contribuyan a optimizar los costes y rendimiento del proceso..

Estos proyectos se realizan en colaboración con la empresa Abengoa Nuevas Tecnologías (anteriormente Greencell), del grupo Abengoa Bioenergia, una de las mayores empresas involucradas en la producción de bioetanol tanto en EEUU como en la UE.