
Juan Méndez, investigador postdoctoral del grupo de Biotecnología para la Biomasa Lignocelulósica del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CSIC), ha recibido el Premio a la Mejor Tesis Doctoral 2020 en el ámbito de los carbohidratos, otorgado por el Grupo Especializado de Hidratos de Carbono (GEHIC) de la Real Sociedad Española de Química (RSEQ).
Su tesis “Estudio funcional de las Beta Glucosidasas del hongo Talaromyces amestolkiae: aplicaciones biotecnológicas y diseño racional de catalizadores”, presentada en la Universidad Complutense de Madrid en febrero de 2020, ha sido premiada ex aequo junto la tesis de Ismael Compañón Pérez (Universidad de la Rioja), y lleva por título "Reconocimiento Molecular de Análogos de Antígenos Tn como Base para el Diseño de Vacunas Terapéuticas contra el Cáncer". Ambas tesis fueron destacadas por el jurado por su excelente nivel científico y serán presentadas en unas jornadas científicas en modalidad virtual que organizará el GEHIC en los próximos meses.
Este premio es convocado anualmente para premiar a la mejor tesis leída durante el año anterior en el ámbito de los Hidratos de Carbono. Galardona a los premiados con una dotación económica de 1000 euros, y fue concedido por un jurado nombrado por la Junta Directiva del GEHIC, constituido por la Dra. Ana María Gómez (IQOG-CSIC) y los Dres. Antoni Planas (Universidad Ramon Lull), Jesús Angulo (IIQ, CSIC-Universidad de Sevilla) y Omar Boutureira (Universidad Rovira y Virgili).
El trabajo doctoral de Juan Méndez, realizado en el CIB bajo la dirección de la Dra. María Jesús Martínez y Laura Isabel de Eugenio, se centra en el estudio de las tres principales Beta-glucosidasas producidas por el hongo T. amestolkiae, enzimas robustas que poseen un papel esencial en la transformación de la celulosa, y son capaces de actuar tanto en reacciones de hidrólisis como en la síntesis de glucósidos con potencial interés en diferentes sectores tecnológicos.
La biomasa vegetal representa una importante fuente renovable de materia prima, ya que sus paredes celulares constituyen la mayor parte del carbono fijado por fotosíntesis. Estas paredes celulares están compuestas principalmente por celulosa, hemicelulosa y lignina. La degradación de esta última es clave para utilizar los polisacáridos de la pared celular vegetal, pero también es clave encontrar complejos enzimáticos eficaces para la hidrólisis completa de la celulosa y hemicelulosa, y así poder utilizar todos los carbohidratos que éstas contienen en diferentes aplicaciones biotecnológicas. En lo referente a la celulosa, componente mayoritario de la pared celular vegetal, interesa industrialmente tanto su sacarificación en monómeros de glucosa, con vistas a la obtención de biocombustibles, como su conversión en productos de alto valor añadido. En la naturaleza existen numerosos organismos capaces de aprovechar con éxito la celulosa, siendo los hongos filamentosos la principal fuente de estas enzimas para uso comercial, al caracterizarse por su alta productividad y eficacia catalítica, con respecto a las de otros microorganismos. Existen tres tipos de celulasas, que actúan de forma coordinada para degradar la celulosa hasta moléculas de glucosa: endoglucanasas, celobiohidrolasas y Beta-glucosidasas. Aunque todas son necesarias en los cócteles enzimáticos, los mayores esfuerzos en los últimos años se han centrado en descubrir nuevas Beta-glucosidasas, ya que representan el paso clave para la sacarificación de la celulosa.
